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Como cambiar tu triste ayer por un mañana brillante
Friday, February 3, 2023 by Jan

Mi esposo y yo nos sentamos en la sala de unos amigos. De repente las luces comenzaron a parpadear. Luego la electricidad se fue por unos minutos.

Todos salieron al balcón para ver la causa. Lo que vieron fue uno de los transformadores cercanos que se estaba quemando. Los bomberos y la policía se apresuraron a llegar a la escena y poner la situación bajo control.

Pero el más afectado era un perro. Ya que parte del patio quedó quemado, él se paralizó de miedo tanto que no pudo entrar a la casa.

La dueña tuvo que cargar ese enorme perro y llevarlo adentro y darle una dosis de Vendrell para calmar sus nervios. Lo más curioso era que el nombre de este miedoso perro era “Fe.”

Hay experiencias que pueden afectar tanto a perros como a nosotros. Muchas veces experimentamos el fuego del rechazo que duele. El fuego del dolor y pena que queman. O el fuego del abuso que deja sus cicatrices.

Todas son reales, pero a la larga, forman una gruesa pared, alejándonos de la felicidad y la libertad del gozo que podríamos disfrutar hoy.

Pero no tiene que ser así. Aquí esta lo que Dios nos dice cuando las experiencias del pasado combustionan lentamente dejándonos en la soledad y en el desierto del dolor:

“He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad.” (Isaías 43:19)

Con fe en Su promesa, quedamos refrescados por esa corriente de Su amor. Dios, con Sus manos divinas, nos levanta cuando quedamos paralizados por el miedo. Nos lleva desde el patio que quedó quemado por el doloroso pasado y nos pone dentro de la casa de Su gracia y sanidad. Es ahí donde El habita dándonos dosis de estas promesas:

“No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú. Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.” (Isaías 43:1b-2)


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