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Él promete fortalecerte
Saturday, November 9, 2024 by Janet

Con un poco de valentía me dirigí sola a mi primera conferencia de escritores. Usando mi bastón blanco, seguí al recepcionista del hotel que me ayudó a llegar a mi habitación.

Desempaqué y me instalé. Pero en la habitación privada de mi corazón, una pequeña preocupación intentó ingresar. ¿Cómo navegaré por las distintas salas de la conferencia, eventos de networking y restaurantes? Pero la Palabra de Dios en el Salmo 119:105 silenció cualquier preocupación: “Mi palabra será lámpara a tus pies, y lumbrera a tu camino”. Que dulces esas palabras. Y qué tranquilizadora esa promesa. No tenía que saber cómo Él me guiaría. Simplemente sabía que lo haría.  Su tiempo sería preciso y sus caminos perfectos.

Al final de una sesión, agarré mi bastón blanco y de repente escuché una dulce voz. "Janet, ¿puedo ayudarte a pasar a la siguiente clase?”Sonreí de gratitud. No importa dónde estuviera, esa misma oferta angelical de Lisa, una amiga, un ángel, llegó en el momento preciso.  

Durante las conferencias de la vida, los tesoros a menudo surgen de desafíos e incluso de pruebas. Así es, la adversidad fue lo que me abrió los ojos para ver cómo es la compasión. Los momentos difíciles me permitieron vislumbrar los rasgos que describen la bondad. Y los momentos de incertidumbre revelaron la certeza de la provisión de Dios.

Cuando mi vida no estaba perturbada por las pruebas, no veía claramente la belleza del amor de Dios. Y tristemente, tampoco escuchaba la voz de Dios que susurra y señala el camino.  Pero todo eso cambió. Con un nuevo tono de gratitud brillando en mi alma y el espíritu de acción de gracias arremolinándose en mi corazón, la confianza fluye. La tranquilidad se repite: Dios va delante de nosotros, guiándonos, mostrándonos y protegiéndonos.

Sin usar el bastón blanco de fe para navegar por la vida, podemos perder el rumbo. La angustia puede sacudir nuestros sentidos. La decepción puede traer tristeza. Y la crisis financiera podría oscurecer nuestros días. Pero Dios enviará un ángel para darnos un codazo y señalarnos Su Palabra: “No temáis, porque yo estoy con vosotros. No mires ansiosamente a tu alrededor, porque yo soy tu Dios.

Yo te fortaleceré. Seguro que te ayudaré. Ciertamente te sostendré con mi diestra justa”. Isaías 41:10 (NVI).

La certeza de su palabra también dará un nuevo significado a cada una de tus mañanas. Pondrá una nueva canción en tus labios. Y en tu corazón habrá nuevas expectativas y esperanza.

Oremos:

Señor, en el camino desconocido, lleno de retos y obstáculos, confió en ti, en tu palabra y en tus promesas que siempre estarás a mi lado. Me guiaras y acompañarás, iluminando mi camino. Amen.

¿Quién ilumina tu vida hoy en día?


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